Un sistema de almacenamiento mediano generalmente se refiere a un sistema de almacenamiento de energía (ESS) que tiene una capacidad de alrededor de 10 kilovatios-hora (kWh) a 100 kWh. Los sistemas de almacenamiento medianos almacenan la electricidad generada a partir de fuentes renovables, como la energía solar y eólica, y la liberan para su uso cuando sea necesario. Se pueden utilizar para aplicaciones residenciales, comerciales o industriales.
Los sistemas de almacenamiento mediano están diseñados para proporcionar un suministro de energía de respaldo durante períodos de cortes de la red o picos de demanda, y para optimizar el uso de la energía generada a partir de fuentes renovables almacenando el exceso de energía para su uso posterior. También se utilizan para gestionar la estabilidad de la red eléctrica reduciendo la demanda de electricidad durante las horas pico.
Estos sistemas suelen consistir en baterías (como las de iones de litio, de flujo o de iones de sodio), un sistema de gestión de baterías (BMS), equipos de conversión de energía y sistemas de seguimiento y control. El BMS garantiza que la batería funcione en condiciones de funcionamiento seguras, lo que prolonga la vida útil y el rendimiento de la batería.
Los beneficios clave de los sistemas de almacenamiento mediano incluyen proporcionar una fuente confiable y segura de energía de respaldo, mejorar la independencia y la resiliencia energética, reducir los costos de electricidad y respaldar un futuro más sostenible mediante la promoción del uso de energía renovable.
Las aplicaciones de los sistemas de almacenamiento medianos son diversas e incluyen hogares, empresas, edificios comerciales e incluso ubicaciones remotas como islas y sitios mineros. Proporcionan una solución versátil y rentable para organizaciones que requieren una administración de energía eficiente y confiable.
